Valeria Sampedro

Casi nunca es para siempre

Plan B

 

ISBN 9789877801651

Páginas 144

 

El amor se presenta de diferentes maneras: romances, amores imposibles, reencuentros, pasiones desbordadas y tragedias. Estas historias muestran el funcionamiento infinitamente diverso y muchas veces complicado de las relaciones amorosas.
«Salió corriendo de aquel departamento. No le daban las manos para abrocharse el corpiño, juntar sus cosas, tirar todo rápido en la cartera y huir. Escaparse pronto de la necesidad de volver a verlo cuanto antes».
«Deshacer la vida en común que habían montado supuso para ambos una tarea dolorosa, carísima y de cualquier modo injusta. De pronto el proyecto familiar se volvió un bien divisible».
«Quiso que todos los domingos del resto de su vida fueran así, con ella en casa, pintándose las uñas, la luz entrando por el ventanal, leyendo el diario, conversando pavadas. Pensó es ahora, es esto. Le alcanzó un mate recién hecho y en modo tímido le preguntó: ¿te amo?».
«Llovía a cántaros y ni había gugleado la película. Empezaba a ser desprolija en esta aventura de tener amante».

 

 

Casi nunca es para siempre

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El amor se presenta de diferentes maneras: romances, amores imposibles, reencuentros, pasiones desbordadas y tragedias. Estas historias muestran el funcionamiento infinitamente diverso y muchas veces complicado de las relaciones amorosas.
«Salió corriendo de aquel departamento. No le daban las manos para abrocharse el corpiño, juntar sus cosas, tirar todo rápido en la cartera y huir. Escaparse pronto de la necesidad de volver a verlo cuanto antes».
«Deshacer la vida en común que habían montado supuso para ambos una tarea dolorosa, carísima y de cualquier modo injusta. De pronto el proyecto familiar se volvió un bien divisible».
«Quiso que todos los domingos del resto de su vida fueran así, con ella en casa, pintándose las uñas, la luz entrando por el ventanal, leyendo el diario, conversando pavadas. Pensó es ahora, es esto. Le alcanzó un mate recién hecho y en modo tímido le preguntó: ¿te amo?».
«Llovía a cántaros y ni había gugleado la película. Empezaba a ser desprolija en esta aventura de tener amante».